sábado, 17 de enero de 2015

La esencia

Aceptarse a uno mismo es felicitarse, cuidarse y respetarse. Todo lo que necesitas para triunfar está dentro de ti. Tus emociones te pertenecen: dependerá de ti ser el generador de cada logro que alcances. Toma la determinación de ser el hombre o la mujer que quieres ser. No esperes que los otros cambien para que puedan acompañarte en el camino de tus sueños, comienza a moverte tú primero; si te siguen ¡mejor!, de lo contrario nadie podrá robarte el placer y la felicidad que se siente al haber alcanzado todo lo que te has propuesto, por tus propios medios. Eres el dueño de tu mente, de tu cuerpo y de tus emociones, no el inquilino. Renueva tu mirada interior y proyéctate hacia lo que quieres ser. Genera cambios. Deja todo aquello que vienes haciendo y que hasta hoy no te ha dado resultados y ya no te sirve. Es tiempo de que comiences a darle valor a tu vida, a tus defectos, a tus pasiones, a tus metas, a tus sueños. Los cambios los realizan las personas efectivas, audaces y con mente exitosa. Poner límites a todo lo que nos frena no es una opción, es un derecho. Dentro de ti hay un potencial y un poder que aún no sabes todo lo que es capaz de generar. Es tiempo de hacer lo que hay que hacer, no es tiempo de preguntarse: ¿estará bien o estará mal? ¿Qué hago? ¿Qué van a pensar de mí? No busques la seguridad ni la felicidad en fuentes equivocadas o fuera de ti. Comienza cada mañana por renunciar a la mediocridad, por darte importancia. Valorarte implica darte un lugar y colocar tus metas en el mismo sitio de prioridad. Es tiempo de nacer, de crecer y de triunfar. Tienes el potencial y la vida que necesitas para lograrlo, ¡no lo desperdicies ni se lo regales a nadie! Y recuerda: la carrera es de los valientes, no de los mediocres. La vida la conquistan los que se animan y le dan pelea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario